Análisis "El Manifiesto Ambiental de Noah Sealth"

Universidad Tecnológica de Panamá

Centro Regional de Panamá Oeste

Licenciatura en Mercadeo y Negocios Internacionales

I Semestre

Asignatura:

Ecología General

Código

8011

Análisis N°1

“El Manifiesto Ambiental De Noah Sealth”

Preparado por:

Araújo, Mariel   8-922-867

  Barba, Iris    6-721-922

   Cedeño, Israel    8-889-2062

 Martínez, Jonathan   8-921-497

Presentado a:

Profa. Diana Velasco

Grupo:

9IN201

Fecha de Entrega:

Lunes, 25 de abril de 2016

“El Manifiesto Ambiental De Noah Sealth”

En el año 1854, ocurrió un suceso en donde el jefe indio Noah Sealth por medio de una carta le responde al presidente Franklin  sobre la propuesta de crear una reserva india y acabar con los enfrentamientos entre indios y blancos. En su carta manifestó de manera especial e inteligente, puntos relacionados con el medio ambiente y el ser humano, de cómo todo está enlazado entre sí, prácticamente basándose en la ley de causalidad: “Para todo efecto existe una reacción y sin efecto no hay reacción”.

En la carta, Noah se refiere a él como un salvaje, que no comprende nada, ni siquiera el modo de vida del hombre blanco, pero al ir describiendo su creencia y cultura, demuestra que los ignorantes son todos esos que no distinguen una tierra de otra, aquellos que utilizan la naturaleza sin importar un mañana, solo la ven como una compra más para su patrimonio.

El jefe indio Noah, nos hace reflexionar sobre lo importante que es proteger y conservar nuestra madre tierra y todo lo que se encuentra dentro de ella. Debemos tener presente que la naturaleza no tiene dueño, que cada insecto, cada grano de arena, cada gota de rocío en los bosques es sagrada. Muchas veces solo la utilizamos para nuestro beneficio sin medir las consecuencias y problemas que le estamos causando por medio de actividades irresponsables y sin notar que en un cierto tiempo  los perjudicados seremos nosotros mismos. Y en cada párrafo resaltan que están agradecidos por esa bondadosa tierra puesto que es su madre; nos proporciona todo lo necesario para satisfacer nuestras necesidades, así como una madre le da a su hijo lo que necesita.  Somos parte de la tierra y asimismo ella es parte de nosotros. La mayoría de las veces no pensamos en el daño que le hemos provocado y seguimos provocando al tirar basura en los ríos, lagos, playas, mares, al quemar los montes, al talar los bosques para construir edificios, barriadas, centros comerciales quitándole cada vez más el espacio a la naturaleza y los animales que habitan en ella.

 También hay que tener en cuenta que hemos ignorado y pisoteado desde años atrás, la maravillosa creación que nos dejó Dios y tarde o temprano la naturaleza volverá a ocupar el espacio que le hemos robado.

Tampoco es prohibir  las actividades que realizamos sino tomar las medidas necesarias para que estos recursos se mantengan y se pueda darse el desarrollo sostenible en el planeta.  Porque recordemos “La Tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la Tierra”. Después de todo, si el hombre trata mal a la tierra, la tierra lo tratará mal y aunque se tenga todo el dinero del mundo sin un ambiente apto no servirá de nada, porque donde “termina la vida y empieza la supervivencia”.